lunes, 20 de septiembre de 2010

Ana de Jesús y Juan de la Cruz


Eran carmelitas primitivos, muy identificados -aunque sería ingenuo pensaque que plenamenete- con el llamado espíritu de Santa Teresa. Tenían casi la misma edad: San Juan había nacido en 1542; Ana en 1545. Procedían de Castilla la Vieja, hecho bastante frecuente entre los miembros de la reforma teresiana en un primerísimo momento, pero ambos habían pasado parte de su niñez y primera juventud en Medina del Campo, donde pudieron cruzarse por las calles, aunque, al parecer, si hemos de hacer caso de las fábulas en las que se ausenta la vida de ambos en este periodo, en ambientes y estratos sociales distintos: la pobreza de Juan es manifiesta; la hidalguía de Ana supuesta y refrendada por el rango de sus parientes y actitudes sociales.

por: María Pilar Manero Sorolla