lunes, 19 de enero de 2009

TRAMOS DE SU VIDA


ANA LOBERA (1545-1570)

Mitad del estío de 1570. Ana de Lobera, tras cuatro, noches de viaje, porque la tórrida estación del año hace sumamente penoso viajar durante ei día, acaba de entrar en el Carmelo de Avila. Santa Teresa no está en él en el momento de su entrada; aunque no tardará en volver a este monasterio de San José, el primero de su Reforma: hará unos ochas años que lo ha fundado.

¿Por qué ha elegido la joven esta Orden nueva, o casi nueva, de las Carmelitas Descalzas? ¿Por qué este pobre convento apenas viable, si no escuchamos más que la sola razón natural?

La misma lo explica al comienzo de la declaración que, más tarde, hizo en el proceso informativo para la causa de Beatificación de Santa Teresa: "Desde mi infancia -declara- tenía grandes deseos de'entrar en un convento de mujeres. . ., donde se viviera la vida religiosa, con austeridad y con fervor. Un Padre de la Compañía de Jesús que conocía mis deseos, por confesarme durante siete años, al encontrarse en Toledo con la Madre Teresa, de Jesús, me escribió: Aquí se encuentra una mujer santa que, por autoridad apostólica, funda conventos con la religión que deseáis. . .

Tanto me agradó la carta que, (al, punto, escribí al Padre..., suplicándole diera cuenta a la Santa Madre de mis deseos y de las causas por las que», hasta entonces, no los había puesto por obra, Sentía, vehementes deseos de saber el parecer de la Santa(;a este! respecto. El Padre le mostró mi carta y ella me aceptó indicándome tres o cuatro monasterios, de los que «.ya había fundado, para que eligiera el de mi agrado. Pero, me añadía en la misma carta, que le contentaría más darme el hábito en el convento de Avila,que era el primero que había fundado y de donde todavía era Priora..."