miércoles, 14 de julio de 2010

La Madre Ana sabe llevar a las almas por el camino del servicio a la comunidad. Es una mujer inteligente y perspicaz. Así cuenta Gracián en su “Peregrinación de Anastasio” que viendo en Beas que una mujer llamada Juana Calancha que entró al convento para ser lega y que tenía fama de santa pero que faltaba al ministerio de su oficio (por sus arrobamientos) le dijo: “hermana, aquí no hemos menester sus arrobamientos sino que friegue bien los platos”.