domingo, 8 de agosto de 2010


La Madre Ana siempre guardará un grato recuerdo de la comunidad donde profesó y continuará la relación con sus hermanas de Salamanca por Carta. Tras el periodo de persecución en Madrid, ella misma solicita su regreso a esa comunidad donde pasa 10 años tranquilos. Sus hermanas que la querían y valoraban la nombraron priora, aun sabiendo que con ello se ganarían el disgusto del gobierno masculino de la Orden. Desde Bélgica intentará repetidamente el regreso.