tag:blogger.com,1999:blog-21483971618771844002024-03-13T23:33:17.298-07:00MADRE ANA DE JESUS ...Petit Amehttp://www.blogger.com/profile/13916241858230923168noreply@blogger.comBlogger90125tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-56785124376578501932012-05-02T11:12:00.001-07:002012-05-02T11:15:30.390-07:00<div style="text-align: center;">
<strong>(parte 28)</strong></div>
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<br /></div>
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<strong>No pudo haber en el silencio de Ana, en la época del procesamiento para la beatificación y canonización de su antiguo confesor, reserva mental ante el carmelita auténtico, cuya personalidad sin duda acabó de perfilarse, revelarse y conocer en su verdad esencial y positiva en esta relación última de ausencia absoluta que mantuvo ella en su memoria ante la realidad inexpolorable y la distancia definitiva establecida por la muerte.</strong></div>
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<strong></strong></div>
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<strong><br /></strong></div>
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<strong>No debe descartarse, sin embargo, otra posible razón de callar, si no contraria a la humildad, de calidad diferente: la prudencia al pensar que acaso su testimonio pudiese ser inoportuno en la edificación de la figura santa de San Juan de la Cruz, que propiciab y programaba la orden con vistas a su canonización y beatificación. Sepultada por el Carmen había sido con su muerte la postura antidoriana del futuro santo: además de pasiva, forzosamente fugaz del final de sus días. Ella, en cambio, se había mostrado abiertamente “rebelde” ante la consulta instigadora activa y declarada del breve Salvatoris, continuando en 1618, en Bruselas, en el digno destierro en el que la amparab la Serenísima, ordenando su vida y su carmelo según las antiguas Constituciones de Alcalá.</strong></div>
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<strong><br /></strong></div>
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<strong>¿Qué bien podía hacer en “la causa de fray Juan” su declaración, en el caso cierto de que hubiese sido requerida, en un proceso dirigido por una orden que no acababa de perdonarla a ella? ¿Acaso se le permitió volver a España cuando lo solicitó? ¿Qué se hizo por la propia memoria santa de Ana a su muerte, fuera del reducto de Flandes y del círculo de leales de Salamanca? ¿Por qué la olvidó Tomás de Jesús, tan pronto partió de Bruselas, él que en las honras fúnebres que siguieron a su muerte tanto la elogió desde el púlpito, en presencia de los archiduques? ¿No se aprestó la censura descalza, unos años después, a borrar de la “incontrolada” biografía de Manrique los puntos espinosos en el relato de los hechos acaecidos en Madrid en torno a 1591? ¿Quién hizo caso a Beatríz de la Concepción, promotora de su propio proceso de canonización y beatificación, a la muerte de Isabel Clara Eugenia?</strong></div>
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<strong><br /></strong></div>
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<strong>La causa de Ana de Jesús estaba perdida en España. No creo que con su proverbial clarividencia ella ignorase en 1618 lo que su discípula y amiga descubriría con dolor luego, al volver a la patria. Su discreto silencio bien pudo estar determinado por la sospecha cierta de que, ante los padres de la orden, sus palabras, más que coadyuvar en la prosperidad del proceso de Juan, podían resultar impertinentes y hasta comprometedoras. ¿No había tenido hasta 1614, en la misma ciudad de Bruselas, en el vecino del ya anciano Gracián, como ella proscrito, para recordarle la angustia de las viejas calumnias, perpetradas también contra Juan de la Cruz y el peligro que tal vez pudieran representar sus declaraciones mal interpretadas?</strong></div>
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<a href="http://2.bp.blogspot.com/-YtFvJ7nsK-0/T6F45agtazI/AAAAAAAAByk/THcOCULeh-g/s1600/m9oo7p.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" mea="true" src="http://2.bp.blogspot.com/-YtFvJ7nsK-0/T6F45agtazI/AAAAAAAAByk/THcOCULeh-g/s320/m9oo7p.jpg" width="311" /></a></div>
<br />Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-60760571918324987102012-02-07T08:35:00.000-08:002012-02-07T08:35:46.685-08:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-_wMR-sFVN60/TzFS23ncysI/AAAAAAAABxQ/1APtbNEcpxo/s1600/11sgg44.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" sda="true" src="http://1.bp.blogspot.com/-_wMR-sFVN60/TzFS23ncysI/AAAAAAAABxQ/1APtbNEcpxo/s320/11sgg44.jpg" width="222" /></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>(parte 27)</strong></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Contrariamente a la tradición del Carmen femenino marcado en su expresión literaria por el genial ejemplo de Santa Teresa, Ana de Jesús no escribió "la vida" que redactaron tantas monjas, infinitamente menos culas y peor dotadas que ella en el manejo de la pluma. Sus cartas conservadas apenas nombran a Juan de la Cruz y el resto de sus pocos escritos, como la mentada crónica de la fundación granadina o su deposición en el proceso de canonización y beatificación de Teresa de Jesús, ya citada, lo hacen sólo puntual y lacónicamente. </strong></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>El silencio fue tambien la respuesta que al parecer adoptó ante la perspectiva de una posible declaración suya en el propio procesamiento del santo que emprende la descalcez española entre 1614 y 1618. Es, al cabo, una actitud acorde con su personalidad de contemplativa profunda y auténtica, sin necesidad de contar ni contarse, acendrada, al final de su vida, por la sabiduría de la edad y la experiencia, pero de la que querrá justificarse ante su último confesor en Bruselas, Hilario de San Agustín, para que de este modo su callar pueda adquirir un sentido comunicativo, sino completamente inequívoco, al menos recto en su intencionalidad; Ana no quiso hablar de Juan de la Cruz para no hablar de sí misma. Pudo haber, sin embargo, otras razones, entre esta importante de la humildad, recordaba tradicionalmente por la mejor historiografía del Carmen, y de la que dejo escrito Fray Hilario."</strong><strong><br />
</strong></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>El silencio es ambiguo y enigmático, infinitamente elocuente en el orden de la suposición e interpretaciónn en la medida que se intuye la importancia de lo callado. Y la relación entre Ana de Jesús y Juan de la Cruz fue una relación importante. Lejos están en 1614 los tiempos de los desacuerdos entre ambos, en esencia formales, de los años de la Consulta. La imagen de Juan, absolutamente ausente por la muerte en el vivir de Ana, de manera lógica, por sus peculiares características individuales y por la tendencia sicológica de idealización de los seres amados y desaparecidos, debió de engrandarse en su dimensión sobrenatural y estrictamente humana, depurada su conducta ambigua e indecisa de los años inmediatos al capítulo de Madrid de 1591, por su rectificación final, su destierro y desaparación.</strong></div>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-68496107722302783052012-01-04T08:11:00.000-08:002012-01-04T08:11:03.619-08:00Ana de Jesús, fundadora<div style="text-align: center;"><strong>Ana de Jesús lo fue en Beas, adonde llegó en compañía de Teresa de Jesús, y quedó de priora. Y lo fue en Granada, con el beneplácito de la Santa que se hallaba en la fundación de Burgos. Y en Madrid, ya muerta santa Teresa. Pero no cabe duda de que su gloria mayor es haber plantado el Carmelo en Francia y Flandes.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>Ya se lo predijo el frailecito Francisco del Niño Jesús, ese que llamó a Ana de Jesús en frase castiza: «Un pedazo de madre Teresa»:</strong></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
</strong></div><div style="text-align: center;"><strong>-No olvidéis -le dijo- que debéis ser en Francia lo que nuestra santa Madre ha sido en España.</strong></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
</strong></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-oi3Ty60uwHM/TwR6EqOlQSI/AAAAAAAABvk/xaHGpocMnzs/s1600/usba1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" rea="true" src="http://3.bp.blogspot.com/-oi3Ty60uwHM/TwR6EqOlQSI/AAAAAAAABvk/xaHGpocMnzs/s320/usba1.jpg" width="117" /></a></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
</strong></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
</strong></div>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-54858656958519962882011-12-27T12:26:00.000-08:002011-12-27T12:26:25.997-08:00<div style="text-align: center;"><span class="messageBody translationEligibleUserMessage" style="color: maroon; font-family: trebuchet ms; font-size: 14pt;">”<span style="color: black;">Si mucho se habla de Santa Teresa, mucho se hablará también de la Madre Ana de Jesús, la cual es mujer de grande y rara virtud” . </span></span></div><div style="text-align: center;"><span class="messageBody translationEligibleUserMessage" style="color: maroon; font-family: trebuchet ms;"><span style="color: black;">(P.Andrés de Soto)</span></span></div><div style="text-align: center;"><span class="messageBody translationEligibleUserMessage" style="color: maroon; font-family: trebuchet ms;"></span> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-Q9_pMuePW7A/Tvop2zYBfmI/AAAAAAAABtg/LshZ-txbs9Y/s1600/61.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" rea="true" src="http://1.bp.blogspot.com/-Q9_pMuePW7A/Tvop2zYBfmI/AAAAAAAABtg/LshZ-txbs9Y/s320/61.jpg" width="201" /></a></div><div style="text-align: center;"><span class="messageBody translationEligibleUserMessage" style="color: maroon; font-family: trebuchet ms;"></span> </div>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-4083936702289264532011-12-20T08:26:00.000-08:002011-12-27T10:18:44.363-08:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-Dm_ickzf_AY/TvCygGNdoyI/AAAAAAAABrk/6GMRaS9T6Rs/s1600/o0tiso.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" oda="true" src="http://4.bp.blogspot.com/-Dm_ickzf_AY/TvCygGNdoyI/AAAAAAAABrk/6GMRaS9T6Rs/s320/o0tiso.jpg" width="135" /></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>(parte 25)</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Fundadora primero en París (1604) luego en Dijon (1605), pasará muy pronto a Flandes, en parte determinada por los dolorosos desacuerdos con los superiores franceses en relación a la interpretación y cumplimiento de las Constituciones primitivas; en parte por solicitud de la infanta Isabel Clara Eugenia, gobernadora de los Países Bajos, que la insta a fundar en Bruselas el Carmelo Real, donde, esencialmente, ha de permanecer hasta el fin de sus días.</strong></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong></strong></span></div><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Varias etapas de sucedieron, pues, en la vida de Ana desde la muerte de Juan de la Cruz en los treinta años que median hasta su propia muerte. La expansión de la obra de Santa Teresa, de la que se sentía continuadora, la abocó a la dinámica del viaje y a la novedad del cambio, acaso sólo exterior, pero, al cabo, realidad contundente, en el conocimiento de países extranjeros y gentes diferentes a las que conmúnmente había tratado en la primera mita de su existencia, menos agitada y más uniforme, profunda siempre, ampliamente marcada en su fase última por la amistad, dirección y magisterio de Juan de la Cruz.</strong></span></div><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Su responsabilidad y quehacer continuo como fundadora y priora centraron su atención también en estos años, y su espiritualidad, como de costumbre, irradió más allá de los espacios conventuales donde estuvo presente, en los que fue, acado aun sin querer, indiscutible centro.</strong></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>¿Qué lugar e importancia asignar a Juan de la Cruz en el componente de esta irradiación por parte de la que fue en Andalucía su amiga, discípula y confidente? ¿Qué pudo representar para Ana en su formación espiritual carmelitana, conscientemente asumido o inconscientemente asimilado, el natural y cierto influjo, que, a su vez, proyectó en ella un religioso tan singular como Juan de la Cruz en los trece años vividos en relación y hasta en comunión continua? Es difícil de determinar porque los recuerdos de Ana parecen estar sellados por el silencio, y en este espacio en blanco que ella quiso que fuera su vida interior para la posteridad, hay escasa marcas "confesionales" que asignen directamente un lugar, nítidamente delimitado, a Juan de la Cruz en relación a sus propias vivencias espirituales, místicas, siempre veladas y guardadas en secreto.</strong></span></div><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div style="text-align: center;"><br />
</div><strong></strong><br />
<div style="text-align: center;"><br />
</div><strong></strong><br />
<div style="text-align: center;"><br />
</div><strong></strong>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-11515988656988849752011-11-27T12:56:00.000-08:002011-11-27T12:56:55.037-08:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-KPIf0wHAvFA/TtKj-PF86EI/AAAAAAAABps/gNieJMRkBPE/s1600/182425_193720733991464_192715897425281_627443_7863855_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-KPIf0wHAvFA/TtKj-PF86EI/AAAAAAAABps/gNieJMRkBPE/s1600/182425_193720733991464_192715897425281_627443_7863855_n.jpg" /></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En pleno siglo XVI <strong>Santa Teresa</strong> supo rodearse de hombres y mujeres de gran altura humana y espiritual. Una de esas mujeres fue Ana de Lobera, conocida también por <strong>Ana de Jesús</strong>. Una mujer que buscó su lugar en la Iglesia y lo encontró en el carisma de Teresa de Jesús; que lo vivió a fondo y luchó por él en momentos de persecución e incomprensión.</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Ella es también una profeta que defendió el don que el Espíritu había dado a la Iglesia con el carisma teresiano-sanjuanista ante quienes querían manipularlo o deformarlo. ¿Qué puede decir esta mujer del siglo XVI a los carmelitas de hoy?</strong> Como a todos los profetas, para entenderle mejor hay que conocer su situación histórica, por qué ideales luchó, movida por qué criterios, para que nos dé luz a los que hoy buscamos una fidelidad creativa discerniendo los signos de los tiempos.</span></div>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-10866294756826525172011-11-21T07:52:00.000-08:002011-11-21T07:56:42.130-08:00<div style="text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-ng5wTtOPPlo/Tsp0sgfg8pI/AAAAAAAABoU/W4jERmbYlVI/s1600/m9oo7p.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" hda="true" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-ng5wTtOPPlo/Tsp0sgfg8pI/AAAAAAAABoU/W4jERmbYlVI/s320/m9oo7p.jpg" width="311" /></a></div><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div style="text-align: center;">(parte 24)<br />
</div><div style="text-align: center;"></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;">LA MEMORIA DE ANA</span></strong><br />
</div><strong><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></strong><br />
<div style="text-align: center;"><strong><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;">El encarcelamiento de Ana de Jesús en la celda-prisión del Carmen de Madrid duró aproximadamente tres años, en la práctica hasta la muerte de Doria, el nueve de mayo de 1594. Durante el priorato de María de San Jerónimo (Dávila), traida desde Ávila por la acción de la consulta en 1591, tras la deposición de María del Nacimiento (Ortíz), el por entonces reciente general no se atrevió a apartar a Ana de la corte, donde gozaba de la protección y estima de personajes ilustres y poderosos, aunque careciese del favor fundamental del rey.</span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
<span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;">Luego, ella misma quiso recluirse en Salamanca, su convento de origen, en el que en seguida se granjeó el fervor de las monjas -pues muy pronto la eligieron por priora- y la admiración de los espirituales y letrados de la ilustre ciudad universitaria. El Carmen, sin embargo, siguió marginándola, propiciando a la vez su marcha a París en 1604 como fundadora de nuevos carmelos.</span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
<span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;">Pudo haber sido éste, y en verdad lo fue en la intención de la orden y del nuevo general descalzo, Francisco de la Madre de Dios, un destierro solapado de la ilustre carmelita. Pero por la ley de la compensación, la transformación y el esfuerzo, acabó siendo la proyección europea de Ana de Jesús, del teresianismo y, en gran medida y en un principio, de la obra literaria y doctrinal de Juan de la Cruz.</span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
<span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;">El caballero franco-español Jean de Quintanadueñas de Brétigny había solicitado ya, en 1587, descalzas españolas para fundar en Francia, apuntando a una en particular: María de San José (Salazar), por aquel entonces priora de Lisboa. Francisco de Sales, monseñor de Béllure, los doctores de la Sorbona Gallemant y Duval, Madame d'Acarie, dama piadosa del llamado "Paris devoto" y el propio Brétigny promovieron otra vez, en 1602, el asunto de las fundaciones francesas y, ante las reticencias de la Descalcez española, pidieron y obtuvieron, directamente del papa Clemente VIII, el breve que las autorizaba.</span></strong></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero María de San José había muerto desterrada en 1603 en el apartado convento de Cuerva. Los franceses -Brétigny, particularmente- lo sabían y no ignoraban los acontecimientos ocurridos en Madrid alrededor de 1591. Precisaban carmelitas de un determinado estilo y se fijaron en Ana de Jesús, quien accedió a sus ruegos en busca de nuevos horizontes para el Carmen primigenio y genuinamente teresiano, al que ella, pese a todo, no había renunciado.</span></strong></div>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-31574393303804460352011-11-12T11:54:00.000-08:002011-11-12T11:54:40.547-08:00<div style="text-align: center;"><span style="color: black; font-size: medium;"><strong>A Ana de Jesús de un devoto suyo</strong></span></div><br />
<div style="text-align: center;"><br />
<strong><span style="color: black;">Fénix diurna quien ardiente llama</span></strong></div><br />
<div style="text-align: center;"><strong><span style="color: black;">De vuestro Amado, allí abrazar os veo</span></strong></div><br />
<div style="text-align: center;"><strong><span style="color: black;">y entre arabias aromas y fabeo</span></strong></div><br />
<div style="text-align: center;"><strong><span style="color: black;">la vida renovaís en eterna fama.</span></strong></div><br />
<div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="color: black;">La alada corte vuestro nombre aclama</span></strong></div><br />
<div style="text-align: center;"><strong><span style="color: black;">Y para celebrar vuestro meneo</span></strong></div><br />
<div style="text-align: center;"><strong><span style="color: black;">Con gloria eterna y celestial trofeo</span></strong></div><br />
<div style="text-align: center;"><strong><span style="color: black;">El sacro esposo, por su esposo os llama.</span></strong></div><br />
<div style="text-align: center;"> </div><br />
<div style="text-align: center;"><strong><span style="color: black;">Ya le gozaís en dulce lazo unida</span></strong></div><br />
<div style="text-align: center;"><strong><span style="color: black;">Ya le veís cara a cara fin recelo</span></strong></div><br />
<div style="text-align: center;"><strong><span style="color: black;">En perdurable y mejorada vida.</span></strong></div><br />
<div style="text-align: center;"> </div><div style="text-align: center;"> </div><div style="text-align: center;"><strong><span style="color: black;">Y aunque trocaís el suelo</span></strong></div><br />
<div style="text-align: center;"><strong><span style="color: black;">Vuestra suprema caridad no olvida</span></strong></div><br />
<div style="text-align: center;"><strong><span style="color: black;">Las plantas que regasteís para el cielo.</span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="color: black;"></span></strong> </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-0Lg17MC1NMU/Tr7O9mjYGII/AAAAAAAABnU/xkUAZJ9VEKA/s1600/vana.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-0Lg17MC1NMU/Tr7O9mjYGII/AAAAAAAABnU/xkUAZJ9VEKA/s320/vana.jpg" width="311" /></a></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="color: black;"></span></strong> </div>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-24679583717720214462011-11-04T18:24:00.000-07:002011-11-04T18:26:13.999-07:00<div style="text-align: center;"><span class="messageBody translationEligibleUserMessage" style="font-family: trebuchet ms; font-size: 14pt;"><span style="color: black;">”Después de nuestra Santa Madre Teresa de Jesús, ninguna mujer puede compararse con Ana de Jesús, por el espíritu, por la oración y por la administración de negocios<span class="messageBody translationEligibleUserMessage" style="font-family: trebuchet ms; font-size: 14pt;">” </span></span></span></div><div style="text-align: center;"></div><div style="text-align: center;"><span class="messageBody translationEligibleUserMessage" style="font-family: trebuchet ms; font-size: 14pt;"><span class="messageBody translationEligibleUserMessage" style="font-family: trebuchet ms; font-size: 14pt;"><span style="color: black; font-size: small;">(P. Tomás de Jesús)</span></span></span><br />
<br />
<br />
</div><div style="text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-TbIMByMXCXw/TrSQWtRJMpI/AAAAAAAABmM/qSFPxbNHUvM/s1600/anadejesus3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-TbIMByMXCXw/TrSQWtRJMpI/AAAAAAAABmM/qSFPxbNHUvM/s1600/anadejesus3.jpg" /></a></div><div style="text-align: center;"></div>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-32427627665481996582011-10-24T11:26:00.000-07:002011-10-24T11:28:05.030-07:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-OqggQfQS5U8/TqWtpHUp5tI/AAAAAAAABkM/TWw43Bsljf8/s1600/fc87pt.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" rda="true" src="http://3.bp.blogspot.com/-OqggQfQS5U8/TqWtpHUp5tI/AAAAAAAABkM/TWw43Bsljf8/s320/fc87pt.jpg" width="128" /></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;">(parte 23)</span></strong></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero en este año se sucedieron vertiginosamente tres papas en el solio pontificio, Greogorio XIV, Inocencio IX y Clemente VIII, que dejaron oficialmente en suspenso "el asunto de las monjas". Juan de la Cruz experimentó en este tiempo un creciente desacuerdo hacia la política religiosa movida por la Consulta y especialmente hacia su propulsor. El programa doriano de reglamentación ascética que en un principio parece haber cautivado al autor de las Cautelas y al amigo del cilicio, seguramente le hicieron suponer afinidades de espíritu que es muy posible que se desvaneciesen al comprobar que Doria, hombre de acción, rigor y ambición, justo carecía del elemento que para Juan era escencial razón de ser del Carmen: el espíritu interior y el gusto orientado hacia la vida contemplativa y la experiencia mística.</span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
<span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;">En el terreno de las particularidades, Juan de la Cruz llegó al límite del desacuerdo con Doria en dos puntos: la campaña de difamación vulgar y persecución cruel desencadenada contra Gracián, encaminada a su expulsión de la orden y el proyecto de dejación de las monjas al papa, por parte de los descalzos.</span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
<span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;">Sabemos, lo hemos adelantado, que Juan fue por ello destituido de todos sus cargos en capítulo de Madrid, en junio de 1591, y que murió en Úbeda del 13 al 14 de diciembre del mismo año. De no morir, hubiese corrido con la misma suerte que Gracián, porque se proyectaban contra él, de tan grande y antigua tradición como director y confesor de monjas desde la primera experiencia en La Encarnación abulense, calumnias parejas a las que habían sido esgrimidas contra el primer provincial, atizadas esta vez por la envidia del joven, flamante y recién promocionado definidor, Diego Evangelista, y que en este caso afectaron, entre otras. a las comunidades femeninas de Beas y Granada: los carmelos en donde Ana de Jesús había sido priora.</span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><br />
<span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></strong></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;">Las monjas pertenecientes a estos conventos quemaron entonces muchos papeles que acaso completan la obra conocida del escritor y téologo místico, o que nos fuesen preciosísimos para aclarar esta privilegiada amistad que, en sentido estricto, no concluye con la muerte de Juan de la Cruz, sino que continúa como relación de ausencia en el recuerdo, la acción y el silencio de ella, hasta su propia muerte acaecida en Bruselas el 4 de marzo de 1621.</span></strong></div>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-48843825304438586042011-09-10T19:00:00.000-07:002011-09-10T19:02:23.174-07:00Relación de Ana de Jesús con Santa Teresa<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}"></span><br />
<span class="messageBody" data-ft="{"type":3}"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-1ejRvlRqmr0/TmwWT21cQWI/AAAAAAAABhk/yuI1Hkv5w2Q/s1600/anadejesus3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-1ejRvlRqmr0/TmwWT21cQWI/AAAAAAAABhk/yuI1Hkv5w2Q/s320/anadejesus3.jpg" width="213" /></a></div><div align="center" class="text_exposed_root text_exposed" style="text-align: justify;"><br />
</div><span style="color: black; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"></span><div align="center" class="text_exposed_root text_exposed" style="text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Desde el momento que la madreTeresa conoció a Ana de Jesús y vio en ella sus virtudes, pasó a ser su hija predilecta, que junto a María de San José, fueron los pilares de la santa en su vida y en su sucesión.<br />
<br />
En Salamanca, Ana demostró sus dotes y así lo testimonia en sus "Dichos". Las relaciones privilegiadas que mantenía hacía ella tenían una nota espe</span><span class="text_exposed_show"><span style="color: black; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">cial, hasta tal punto que cuando se le ofrece a la M. Teresa la fundación de Beas, en los confines de Castilla y retirada de las demás fundaciones, piensa en Ana, como pieza fundamental y la deja allí por Priora, porque sabe que va cumplir y de manera sobresaliente su cometido. Tampoco se olvida de María de san José, las tres coinciden en Beas, durante tres meses. María tenía el encargo de ser Priora en Caravaca (Murcia), pero tras demorarse las licencias, se la lleva la M. Teresa consigo a Sevilla, donde la deja por Priora, Eso fue el 18 de mayo de 1575, cuando vio por última vez a la M. Teresa.<br />
<br />
Podía estar tranquila la M. Teresa, al dejar Andalucía en 1576 para partir de nuevo a Castilla, sabedora que los Conventos que se habían fundado allí, estaban en buenas manos.</span></span></div></span>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-80348563814465447462011-08-31T15:27:00.000-07:002011-08-31T15:29:23.674-07:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-0bDsyRHuYRY/Tl61Y_B-KII/AAAAAAAABgw/VfCF22YDRnU/s1600/19sidu.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-0bDsyRHuYRY/Tl61Y_B-KII/AAAAAAAABgw/VfCF22YDRnU/s320/19sidu.jpg" width="178" /></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: black;">(parte 22)</span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Fray Luis de León fue entonces para Ana el apoyo moral que Juan de la Cruz no parecía estar dispuesto o no estuvo en condiciones de ser, convirtiéndose no sólo en su consejero, sino un ejecutor, muy pronto único del "breve de las monjas". La amistad de ambos se había ido consolidando poco a poco y aunque es parte procedía de herencia teresiana, se hizo conquista personal, primero con el ingreso de isabel Osorio, sobrina de fray Luis, en el carmelo de Santa Ana; luego, muy especialmente, en los años de preparación conjunta de la primera edición de las obras de Santa Teresa, de la que él se había encargado y que dedicó a la madre-priora.</span></strong></div><div style="text-align: center;"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">El ya anciano profesor salmantino pasaba a ser ahora su representante en "el mundo" en el que ella, monja de clausura, no podía irrumpir, pero de cuyos actos y consecuencias, se responsabilizaba desde el claustro. Lo será abierta y públicamente hasta que Felipe II, por medio de sus consejeros, dicte sentencia y prohiba a fray Luis, pococ meses antes de su muerte, continuar en el caso.</span></strong></div><div style="text-align: center;"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span></div><div style="text-align: center;"><strong><span style="color: #993300; font-size: small;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="color: black;">La relación entre Ana y el viejo León, que dedicaba las últimas energías de su vida en la defensa</span> <span style="color: black;">de las descalzas, fue intensa, tanto que escandalizó a los doristas, siempre predispuestos a encontrar motivos de escándalo en las amistades heterosexuales de las monjas. Fué además, relación de consecuencias literarias: fray Luis reorganiza, prosigue y concluye en estos tiempos recios, también para él, su Libro de Job, y aunque no sabemos a ciencia cierta si ello fue enteramente a petición de Ana, a ella dedica la obra y así consta en su inicio.</span></span></span></strong></div><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span><br />
<div><strong><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Las alusiones al drama real, presente y vivo del que la dedicatoria es testimonio, y que ambos sufren, quiere ser asímismo un programa purificador en el sufrimiento gozoso, a la vez "nueva ciencia" de la paciencia -ya no del éxtasis místico- de la que también es maestra la carmelita admirada, ahora en su fortaleza, por el escritor agustino.</span></strong></div><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span><br />
<div style="text-align: center;"><strong><span style="color: black; font-size: small;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En abril de 1591, el breve Salvatoris concedido por Sixto V a las descalzas había sio revocado. Gregorio XIV otorgó un nuevo breve, punto intermedio entre las pretensiones de Doria y de Ana de Jesús.</span> </span></strong></div>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-61477469936730149532011-08-13T14:51:00.000-07:002011-08-13T14:51:28.269-07:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-37TK313U4wg/TkbxyjB0VlI/AAAAAAAABgE/trbtnO3zJds/s1600/b3tzt0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-37TK313U4wg/TkbxyjB0VlI/AAAAAAAABgE/trbtnO3zJds/s320/b3tzt0.jpg" width="150" /></a></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(parte 21)</span></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Como consiliario y primer definidor de la consulta, Juan de la Cruz en estos mismos años aprueba el sistema y colabora en la legislación y aplicación de sus determinaciones. Muchos son, en este sentido, los documentos que acreditan su presencia en la toma de las grandes decisiones de la "gran máquina". Y, entre asuntos de liturgia, rito y fundaciones, hemos de subrayar su participación en el premio de las nuevas Constituciones de 1590, como definidor primero. Son las Constituciones dorianas que se publicarán en 1592, después de su muerte.</span></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Es de suponer que estos hechos distanciaran a Juan y a Ana de Jesús y, lógicamente, empaáran su amistad. No formaban parte del mismo bando, ni, aparentemente, querían el mismo Carmelo, y obrando en consecuencia, Juan de la Cruz no podía compartir lo que desde su punto de vista acaso llegase a calificar como rebeldía de Ana. Pues ¿hasta qué punto en estos años el confesor y director de descalzas consideró la penosa situación en que se estaba colocando a las monjas y la legitimidad de la petición de las que tenían valor para opinar y, manifestando oficialmente sus opiniones, llegar a Roma? Cierto que no todas las monjas querían lo mismo. Las descalzas estaban divididas y muchos conventos en bloque, por ignoranica temor o intimidación no apoyaron las solicitudes de Ana de Jesús para la descalcez femenina.</span></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No sé si significativamente para el caso, María de la Encarnación (Bracamonte), priora de Segovia, donde Juan era confesor y prior de los frailes, permaneció fiel a Doria. ¿Implica el hecho consentimiento pleno por parte del director de conciencia de las descalzas al ideario del padre Nicolás de Jesús María o prudencia y respeto en no presionar a unas monjas, por él dirigidas, en un asunto en que podían salir malparadas?</span></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hay que reconocer que la posición y actitud de Juan ante Doria y, por lo tanto, ante Ana, fue perfilándose a medida que se desarrollaron los acontecimientos de la consulta y emergiendo la verdadera personalidad, ambiciosa y misógena, de segundo provincial del Carmen reformado. Pero, del mismo modo, hay que subrayar que en este umbral y tránsito hacia los nuevos tiempos recios para la Descalcez, Ana de Jesús necesitó apoyarse y depositar la confianza, que mal podía conceder ciegamente a un religioso, con el que la comunicación plena debió forzosamente de deteriorarse al mostrarse contrario en esos momentos, al menos formalmente, a sus más arraigadas y preciadas creencias en relación a la continuidad del genuino ideario marcado por Santa Teresa, en otro amigo con fe con ánimo de encabezar su defensa. </span></div><div align="center"></div>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-84418649521539777402011-07-30T13:25:00.000-07:002011-07-30T13:29:14.132-07:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-btkKdKukYSY/TjRotlOzW7I/AAAAAAAABfI/4eM0nyfLRWk/s1600/fc87pt.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-btkKdKukYSY/TjRotlOzW7I/AAAAAAAABfI/4eM0nyfLRWk/s1600/fc87pt.jpg" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Arial;"> </span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: black; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: large;">Ana de Jesús y Fray Luis De León</span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: black; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;"> </span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: black; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Los años ochenta son época de grandes trabajos universitarios, tanto en la docencia de la cátedra de Biblia, y los actos extraordinarios, como atendiendo comisiones y encargos de gestión universitaria: reforma de los estudios de Gramática, reforma del calendario, pleito sobre los colegios mayores (que le llevan a ser recibido en audiencia por el propio rey Felipe <abbr title="segundo">II</abbr>), censuras de libro, <abbr title="etcétera">etc.</abbr> Estos encargos le alejan cada vez más de la docencia, y le ponen en contacto con nuevas actividades y nuevas personas que llenarán los últimos años de su vida. <span class="goog_qs-tidbit goog_qs-tidbit-0">Una de ellas es la Madre Ana de Jesús, sucesora de Teresa de Jesús al frente de las</span> carmelitas descalzas. Ella le encarga a fray Luis que ponga orden en los papeles de la madre Teresa, y los prepare para la imprenta. Fray Luis llevará a cabo esa labor de editor y crítico textual, culminando con la edición de las obras de la Madre Teresa de Jesús en Salamanca, en 1588, a cargo del que ya es el editor de fray Luis, Guillermo Foquel. </span></div><div style="text-align: center;"></div><div style="text-align: center;"><span style="color: black; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Ana de Jesús es también la persona que le anima a retomar su comentario.</span></div>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-23428563217949010722011-07-18T08:45:00.000-07:002011-07-18T08:45:39.110-07:00Teresita y la Venerable Ana de Jesùs<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-p2i9ogUSYLQ/TiRU7UL3LnI/AAAAAAAABd8/aC_L-gMQknM/s1600/183767_194118903951647_192715897425281_630507_8255041_s.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" m$="true" src="http://3.bp.blogspot.com/-p2i9ogUSYLQ/TiRU7UL3LnI/AAAAAAAABd8/aC_L-gMQknM/s1600/183767_194118903951647_192715897425281_630507_8255041_s.jpg" /></a></div><br />
<br />
<span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>"El día siguiente era el 10 de mayo, segundo domingo del mes de María, quizás aniversario de aquel día en que la Santísima Virgen se dignó sonreírle a su florecita... </strong></span><br />
<br />
<span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>A las primeras luces del alba, me encontraba (en sueños) en una especie de galería. Había en ella varias personas más, pero alejadas. Sólo nuestra Madre estaba a mi lado. </strong></span><br />
<br />
<span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>De pronto, sin saber cómo habían entrado, vi a tres carmelitas, vestidas con capas blancas y con los grandes velos echados. Me pareció que venían por nuestra Madre, pero lo que entendí claramente fue que venían del cielo. </strong></span><br />
<br />
<span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Yo exclamé en lo hondo del corazón: ¡Cómo me gustaría ver el rostro de una de esas carmelitas! Y entonces la más alta de las santas, como si hubiese oído mi oración, avanzó hacia mí. Al instante caí de rodillas. </strong></span><br />
<br />
<span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Y, ¡oh, felicidad!, la carmelita se quitó el velo, o, mejor dicho, lo alzó y me cubrió con él. Sin la menor vacilación, reconocí a la Venerable Ana de Jesús, la fundadora del Carmelo en Francia. </strong></span><br />
<br />
<span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Su rostro era hermoso, de una hermosura inmaterial. No desprendía ningún resplandor; y sin embargo, a pesar del velo que nos cubría a las dos, yo veía aquel rostro celestial iluminado con una luz inefablemente suave, luz que el rostro no recibía sino que él mismo producía... </strong></span><br />
<br />
<span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Me sería imposible decir la alegría de mi alma; estas cosas se sienten, pero no se pueden expresar... Varios meses han pasado desde este dulce sueño; pero el recuerdo que dejó en mi alma no ha perdido nada de su frescor ni de su encanto celestial... Aún me parece estar viendo la mirada y la sonrisa llenas de amor de la Venerable Madre. Aún creo sentir las caricias de que me colmó ... </strong></span><br />
<br />
<span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>... Al verme tan tiernamente amada, me atreví a pronunciar estas palabras: «Madre, te lo ruego, dime si Dios me dejará todavía mucho tiempo en la tierra... ¿Vendrá pronto a buscarme...?» Sonriendo con ternura, la santa murmuró: «Sí, pronto, pronto... Te lo prometo». «Madre, añadí, dime también si Dios no me pide tal vez algo más que mis pobres acciones y mis deseos. ¿Está contento de mí?» El rostro de la santa asumió una expresión incomparablemente más tierna que la primera vez que me habló. Su mirada y sus caricias eran ya la más dulce de las respuestas. Sin embargo, me dijo: «Dios no te pide ninguna otra cosa. Está contento, ¡muy contento...!» </strong></span><br />
<br />
<span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Y después de volver a acariciarme con mucho más amor con que jamás acarició a su hijo la más tierna de las madres, la vi alejarse... Mi corazón rebosaba de alegría, pero me acordé de mis hermanas y quise pedir algunas gracias para ellas. Pero, ¡ay!..., me desperté... </strong></span><br />
<br />
<span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>¡Jesús!, ya no rugía la tormenta, el cielo estaba en calma y sereno... Yo creía, sabía que hay un cielo, y que ese cielo está poblado de almas que me quieren y que me miran como a hija suya... </strong></span><br />
<br />
<span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Esta impresión ha quedado grabada en mi corazón. Lo cual es tanto más curioso, cuanto que la Venerable Ana de Jesús me había sido hasta entonces del todo indiferente, nunca la había invocado, y su pensamiento sólo me venía a la mente cuando oía hablar de ella, lo que ocurría raras veces. </strong></span><br />
<br />
<span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Por eso, cuando comprendí hasta qué punto me quería ella a mí, y qué lejos estaba yo de serle indiferente, mi corazón se deshizo en amor y gratitud, y no sólo hacia la santa que me había visitado, sino hacia todos los bienaventurados moradores del cielo... </strong></span><br />
<br />
<span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>¡Amado mío!, esta gracia no era más que el preludio de otras gracias mayores con que tú querías colmarme. Déjame, mi único amor, que te las recuerde hoy..., hoy, sí, sexto aniversario de nuestra unión... Y perdóname, Jesús mío, si digo desatinos al querer expresarte mis deseos, mis esperanzas que rayan el infinito, ¡¡¡perdóname y cura mi alma dándole lo que espera...!!!"</strong></span>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-63532439916832928422011-07-09T06:11:00.000-07:002011-07-09T06:11:17.393-07:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-9Z1nP4tru5M/ThhTaixJ8gI/AAAAAAAABdI/phwjXW_vGP4/s1600/2s0hf.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-9Z1nP4tru5M/ThhTaixJ8gI/AAAAAAAABdI/phwjXW_vGP4/s320/2s0hf.jpg" width="216" /></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><strong>Cuando la M. Teresa, escribía el libro de <i>Las Fundaciones</i>, compartían celda en Salamanca y Ana estaba al tanto de todo lo que escribía la santa. Años más tarde, cuando le sorprendió la Inquisición a la santa por el libro de su vida, ésta le consulta a Ana. Ella era la mejor conocedora de la obra de Teresa.</strong></div>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-40487561072930506612011-06-30T17:05:00.000-07:002011-06-30T17:08:16.201-07:00<a href="http://4.bp.blogspot.com/-euJZq_y42qU/Tg0P3ROPHSI/AAAAAAAABXU/GLr78cL8GMo/s1600/firmasaritaTyA.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 358px;" src="http://4.bp.blogspot.com/-euJZq_y42qU/Tg0P3ROPHSI/AAAAAAAABXU/GLr78cL8GMo/s400/firmasaritaTyA.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5624168951845952802" /></a><br />En la Pascua de 1571 en la recreación canta la joven Isabel de Jesús (Jimena) el famoso “Véante mis ojos/dulce Jesús bueno...” y ocurre uno de los más célebres <strong>éxtasis de Santa Teresa</strong>[10]. <strong>Es Ana de Jesús quien la cuida.</strong> <br /><br />Cuando la Santa parte a Medina a arreglar unos asuntos <strong>deja por encargada de las novicias a la connovicia Ana de Jesús</strong> y recomienda a la priora (Ana de la Encarnación) consulte con ella los negocios del convento. <br /><br />Ciertamente Santa Teresa debió percibir la valía de esta mujer para encomendarle algo tan importante como la formación de las nuevas vocaciones cuando la misma Ana todavía no había realizado su profesión, y esto también nos sitúa en hasta qué punto Ana había interiorizado y asimilado el estilo teresiano.Petit Amehttp://www.blogger.com/profile/13916241858230923168noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-1792356238129989392011-06-18T14:53:00.000-07:002011-06-18T14:53:17.006-07:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-gWdA0PCih-0/Tf0eRWGXBJI/AAAAAAAABbs/o4SuGoLcWf0/s1600/o0tiso.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-gWdA0PCih-0/Tf0eRWGXBJI/AAAAAAAABbs/o4SuGoLcWf0/s320/o0tiso.jpg" width="218" /></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(parte 20)</span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="color: black;"> </span><span style="color: #993300; font-size: 12pt;"><span style="color: black;">Adelantamos que en al capítulo general de Madrid de 1588, Doria había instaurado en la orden del Carmen la llamada consulta como gobierno permanente de frailes y monjas. En su organizaci{on de la descalcez, cada vez m{as numerosa y más extensa y, que duda cabe, con nuevos problemas de gobierno, la consulta estaba destinada a juzgar todos los problemas de las comunidades, a la vez que poseía poderes para nombrar priores y prioras, predicadores y confesores, disponiéndose así a controlar, de alguna manera, las conciencias, y determinando, asimismo, el destino y la permanencia de los religiosos en cada convento. </span></span></span></span></div><div align="center"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span></div><div align="center" style="text-align: center;"><span style="color: #993300; font-size: 12pt;"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La "gran máquina" como, muy significativamente, la llamará María de la Encarnaci{on (Salazar), centralizaba el Carmen descalzo, supeditando totalmente las descalzas, pioneras y alma de la reforma, a los frailes. Mermaba, además, de manera sensible, los más justos y esenciales derechos de las monjas en relación a su propia dirección espiritual: la libertad de confesores: el antiguo caballo de batalla de Teresa de Jesús. La regla y las constituciones se desfiguraban y el auténtico espíritu teresiano como forma de vida y muerte podía eclipsarse, como se eclipsaba su humanismo: la gracia de la reforma iniciada en 1562 en San José de Ávila.</span></span></div><div align="center"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span></div><div align="center" style="text-align: center;"><span style="color: #993300; font-size: 12pt;"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> Ana de Jesús fue consciente de las acontecimientos que agudamente se perfilaban y de sus eminentes y dolorosas repercusiones. Desde Lisboa, Jerónimo Gracián, el antiguo provincial destituido y María de San José (Salazar), la priora amiga, no dejaron de advertirla del peligro que corría la descalcez. No creo que la instigaran, como se ha sostenido, Ana poseyó para bien o para mal, una personalidad muy poco dúctil; nada influenciable. Sencillamente conulgaba con las ideas y el espíritu de los mas dilectos hijos de Santa Teresa. Con el mejor estilo teresiano consultó el particular con téologos y letrados. Acudió a los amigos de siempre: Domingo Báñez, Teutonio de Braganza, Luis de León.</span></span></div><div align="center"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span></div><div align="center" style="text-align: center;"><span style="color: #993300; font-size: 12pt;"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Incluso, falta de la astuta manera de ser de su madre fundadora, parece que manifestó al propio Doria sus intenciones: la petición a Roma en 1590 del mentado breve, bien llamado <em>Salvatoris</em>, que confirmase las leyes, herencia de Santa Teresa, y que desde el principio de la reforma habían aprobado todos los capítulos y todos los superiores que había tenido la descalcez.</span></span></div><div align="center"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span></div><div align="center" style="text-align: center;"><span style="color: #993300; font-size: 12pt;"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Antes, en 1588, a manera de defensa o de indirecta oposición, había hecho reimprimir en Madrid las <em>Constituciones</em> de Alcalá, promulgadas por la fundadora en 1581; las que el breve quería defender y que Ana defenderá, conservará y seguirá siempre. </span></span></div>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-22066801024190125762011-06-08T10:08:00.000-07:002011-06-08T10:10:32.047-07:00EL CAMINO DE ANA I<a href="http://2.bp.blogspot.com/-OUQUIh6sFoQ/Te-s8lJqujI/AAAAAAAABVM/N96S1WeaJWY/s1600/200PX-%257E1.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 262px;" src="http://2.bp.blogspot.com/-OUQUIh6sFoQ/Te-s8lJqujI/AAAAAAAABVM/N96S1WeaJWY/s400/200PX-%257E1.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5615897417119087154" /></a><br />En el camino hacia el convento en julio de 1570 pasa por la ermita de Nuestra Señora del Puerto, distante una legua de Plasencia, a la que tenían gran devoción los antepasados de la familia Lobera, adonde ella había ido muchas veces descalza y rezando el rosario. Bajó de la cabalgadura a despedirse por última vez de la Santísima Virgen y pedirle su bendición con hartas lágrimas. Y aquí se cierra una parte de la vida de Doña Ana para comenzar otra: la de Carmelita Descalza.Petit Amehttp://www.blogger.com/profile/13916241858230923168noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-41998034449744691792011-06-04T09:02:00.000-07:002011-06-04T09:04:03.316-07:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/--lZPqrcZeQ4/TepXHRxc6tI/AAAAAAAABa4/mzEw-ksem2w/s1600/ana.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/--lZPqrcZeQ4/TepXHRxc6tI/AAAAAAAABa4/mzEw-ksem2w/s320/ana.jpg" width="150" /></a></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(parte 19)</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="color: black;"> </span><em><strong><span style="color: maroon;"><span style="color: black;">Ponía los ojos en el verdaderamente Santo Fray Juan de la Cruz, de quien tenía tan grande experiencia, como satisfacción; y quien la San ta le había dado por Maestro. No trataba de faltar a la obediencia, quien procuraba más libre a su prelado; no intentaba vivir a sus anchuras, quien escogía por tal al hombre mas celoso y mas santo, que había en su religión (V, II, 323).</span></span></strong></em></span><br />
</div><div align="center"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span></div><div align="center" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="color: black;"> </span><strong><span style="color: maroon;"><span style="color: black;">O lo que es peor; echa mano de las narraciones sobrenaturales: horribles visiones habidas antaño, en la época granadina, premonitorias de las zozobras reales de los tiempos presentes y que ambos, Ana y Juan, experimentaron conjuntamente para reforzar, eso sí, un presagio que se verifica:</span></span></strong></span><br />
</div><div align="center"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span></div><div align="center" style="text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="color: black;"> </span><em><strong><span style="color: maroon;"><span style="color: black;">De este parecer fue todo el Diffinitorio: solo al Venerable Padre Fray Juan de la Cruz le pareció demasiado rigor y quisiera se tomara otro expediente. Y vale disponiendo Dios a los trabajos que algunos años antes les había mostrado a él y a Ana de Jesús en la visión que tuvieron en Granada. Porque ese voto singular, favorable a las monjas, y por haberse sabido que era él, a quien ellas querían por comisario, le comenzaron a tener por cómplice en el Breve (V, II, 332).</span></span></strong></em></span><br />
</div><div align="center"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span></div><div align="center" style="text-align: center;"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span><span style="color: black;"><strong><span style="color: maroon;"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero aquí estamos ya en junio de 1591, en el capítulo celebrado en Madrid, en el momento de total desengaño y derrota de Juan de la Cruz. La oscuridad de la relaci{on, que aunque existiera, forzosamente fue relativa ausencia y crecientes distanciamiento -y que la historiografía antigua vela, silencia, tergiversa o ignora- se ubica con anterioridad a 1590: especialmente en el periodo comprendido en los dos años precedentes a este último.</span> </span></strong></span></div>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-15395002261363897542011-05-31T22:38:00.000-07:002011-06-01T06:24:56.227-07:00<a href="http://3.bp.blogspot.com/-oTsFp7rbMLA/TeY9n8Kb_AI/AAAAAAAABSQ/5Gz71n_Glk4/s1600/venerableANADEJESUS.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 256px;" src="http://3.bp.blogspot.com/-oTsFp7rbMLA/TeY9n8Kb_AI/AAAAAAAABSQ/5Gz71n_Glk4/s400/venerableANADEJESUS.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5613241741937998850" /></a><br /><div align="center"><span style="color: black;"><span style="font-family: century gothic; font-size: medium;">No fue Ana de Jesús escritora de grandísima vocación en un mundo, </span><span style="font-family: century gothic; font-size: medium;">el teresiano, familiarizado con la literatura y en un círculo formado por </span><span style="font-family: century gothic; font-size: medium;">eminentes escritores: santa Teresa, san Juan de la Cruz, Jerónimo </span><span style="font-family: century gothic; font-size: medium;">Gracián, María de san José... y al que, por derecho propio ella perteneció.</span></span></div><span style="color: black;"></span><br /><div align="center"><span style="color: black;"><span style="font-family: century gothic; font-size: medium;">Es fama que, cuando le pedían que escribiese, solía responder, saliendo </span><span style="font-family: century gothic; font-size: medium;">al paso con humor: "Escrita me vea yo en el libro de la vida que otros </span><span style="font-family: century gothic; font-size: medium;">escritos no los apetezco" (Manrique 1632: lib. V, 356)</span></span></div><div align="center"><br /></div>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-48176843367092484712011-05-16T20:16:00.000-07:002011-05-16T20:16:00.661-07:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-RPCiKxV5yQo/TdHoF6ug5wI/AAAAAAAABZ8/2chAF3fXpAg/s1600/19sidu.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-RPCiKxV5yQo/TdHoF6ug5wI/AAAAAAAABZ8/2chAF3fXpAg/s320/19sidu.jpg" width="178" /></a></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Arial;"> <span style="color: black; font-size: small;"></span></span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Arial;"><span style="color: black; font-size: small;">(parte 18)</span></span></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: 10pt;"><em><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Estando en Segovia el padre fray Juan de la Cruz, tuvo aviso de este desconcierto de las monjas, y, aunque supo cuán pocas eran las autoras de ello, con todo eso le dio notable pena. porque como daño de hermanas nuestras, que tantas veces le había encomendado nuestra madrea Santa Teresa, le parecía que más que a otro le tocaba su reparo, y as+i en la oración pedía con gran eficaci a Dios lo remediase, y según después se conoció de sus palabras, fue certificado en ellas, que aunque el demonio había pretendido destruir la perfección de las religiosas por aquel camino, que no prevalecía contra ellas, porque las amparaba su divina providencia. (111,13,802)</span></em></span></div><div align="center"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span></div><div align="center"><span style="color: black; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Pese a que por su obra pasó, antes de ser publicada, la censura de los descalzos, seguramente temeroso de que los hechos narradas sobre Doria y su gobierno, fuesen distintos y contradictorios con respecto a lo que la historiografía oficial jabía relatado y sobre todo allado, sóloÁngel Maríquez, biógrafo de la Venerable, protegido de la infanta Isabel Clara, Eugenia, y, al cabo, general de otra orden, la de San Bernado, se atrevió a contar las historia de estos años, frente a la perspectiva, siempre relativa, de su biografiada y desde la posición espiritual y jurídica que ella quiso mantener en el Carmen. Lo asesoró y encauzó, y hasta yo diría que vigiló, para que así fuera, Beatríz de la Concepción (Zúñiga), compañera de Ana durante más de veinticinco años.</span></div><div align="center"><span style="color: black; font-family: Arial; font-size: small;"></span> </div><div align="center"><span style="color: black; font-family: Arial; font-size: small;">Pero a la hora de abordar vivencias, proyectos o acciones conjuntas de los antiguos priores de Granada, tantas veces unidos por su pluma en etapas anteriores de su existencia, y pese a contar con los muchos y vivos recuerdos de la mentada madre Beatríz, el biógrafo se circunscribe al relato de lo que, en principio, fue solo deseo de Ana, cuando en agosto de 1590, llega el breve de Sixto V: tener a Juan de la Cruz de comisario para las monjas:</span></div>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-37669704693737580232011-05-13T16:11:00.000-07:002011-05-13T16:15:33.586-07:00<a href="http://4.bp.blogspot.com/-NEJ0Gz0BOHE/Tc27Ji32bpI/AAAAAAAABOM/bSwbL_pRzfQ/s1600/firmasarita103bcn3ANA.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 305px; height: 400px;" src="http://4.bp.blogspot.com/-NEJ0Gz0BOHE/Tc27Ji32bpI/AAAAAAAABOM/bSwbL_pRzfQ/s400/firmasarita103bcn3ANA.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5606342883800411794" /></a><br /><strong>En Camino de perfección con Santa Teresa </strong><br /><br /> Ana tiene 24 años. Es el 31 de Julio de 1570. Santa Teresa está en la fundación de Toledo, por lo tanto es recibida en el convento de San José de Ávila por la Madre María de San Jerónimo. Viste el hábito al día siguiente 1 de agosto y toma el nombre de “Ana de Jesús”[2]. <br /> Ya nunca más será “Doña”, esto en nuestra época puede parecer una tontería, pero hay que tener en cuenta que entonces muchos se arruinaban para poder “comprar” el mínimo título que le avalase como “cristiano viejo”. Ella quería ser “Ana de San Pedro” pero fue la misma Santa Teresa la que dio orden desde Toledo del nombre con el que será conocida internacionalmente esta intrépida carmelita. Nada más llegar, Ana sorprende a las monjas por su observancia, docilidad, sencillez y rendida obediencia, manifestando un cariño especial por las enfermas. Poco después regresa la Santa y se conocen personalmente.Petit Amehttp://www.blogger.com/profile/13916241858230923168noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-3624612519521008022011-05-07T20:29:00.000-07:002011-05-07T20:31:19.448-07:00<a href="http://4.bp.blogspot.com/-BrPrzm9jJec/TcYOYS0izVI/AAAAAAAABMs/5cC4hMOPItU/s1600/29iplu.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 258px; height: 320px;" src="http://4.bp.blogspot.com/-BrPrzm9jJec/TcYOYS0izVI/AAAAAAAABMs/5cC4hMOPItU/s400/29iplu.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5604182596841033042" /></a><br /><strong>Desde primera hora, Santa Teresa se da cuenta de los dones que posee Ana, convivió con ella los primeros años de su formación carmelitana y hace su Profesión Religiosa el 22 de Octubre de 1571. Muy pronto le encomendará cargos de mucha responsabilidad.</strong>Petit Amehttp://www.blogger.com/profile/13916241858230923168noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2148397161877184400.post-29596367898337177922011-05-03T21:19:00.000-07:002011-05-04T05:33:08.452-07:00<div style="text-align: center;"><span style="color: black; font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;">(parte 17)</span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: 10pt;"><span style="font-size: small;"><span style="color: black; font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> Sabemos, además, siempre por la declaración de la citada monja del madrileño convento de Santa Ana, en el mismo proceso de beatificación y canonización de Juan de la Cruz y, naturalmente, dentro de los límites de fiabilidad de las declaraciones, que el futuro santo se despidió de las descalzas de Madrid antes de partir hacia La Peñuela en su último y definitivo retorno a Andalucía, como simple fraile, despojado de todos sus cargos y fugaces honores.</span></span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: black; font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"> </span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: black; font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Al fin, se había opuesto a los designios de Doria, y en esta oposición, se unía de nuevo a Ana de Jesús, la priora del breve Salvatoris solicitado a Sixto V un año antes, seguramente ya presa en la cárcel conventual antes de que Juan dejara Madrid. De ahí, precisamente, que no esté claro que en esta última visita al carmelo de Santa Ana, hay podido despedirse de ella, ni que su amistad en estos últimos años, a pesar de las declaraciones aducidas, formuladas todas muy a posteriori con fines santificantes, hayan sido óptimas.</span></div><div style="text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-kRIKOVMZrdg/TcDTudkxVDI/AAAAAAAABZk/gKhsznVFiSE/s1600/anadejesus2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-kRIKOVMZrdg/TcDTudkxVDI/AAAAAAAABZk/gKhsznVFiSE/s320/anadejesus2.jpg" width="216" /></a></div><div style="text-align: center;"></div><div style="text-align: center;"><span style="color: black; font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"> </span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: black; font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">No pidamos a la historiografía antigua la aclaración de los hechos, ni noticias desveladoras en este sentido, ni en otros concernientes a la postura y actitud de Ana de Jesús en los años de la consulta. Obra de seguidores de Doria, los primeros biógrafos de Juan o historiadores del Carmen, los mentados José de Jesús María, Jerónimo de San José o Francisco de Santa María, prefieren presentar al primer general de la descalcez "como intérprete fiel del pensamiento teresiano" y a Juan de la Cruz como seguidor suyo. </span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: black; font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"> </span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: black; font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">A la priora de Madrid e impulsadora de la "rebelión de las monjas" optan por silenciarla. Y el breve, consecuencia de la rebelión, pasa a ser "obra del demonio". La historiografía antigua, incluso la ecuánime <em>Vida, virtudes y milagros del santo padre Fray Juan de la Cruz</em> de fray Alonso de la Madre de Dios, vela, pues, si la hubo, la relación personal entre Juan y Ana en este periodo y, en general -muy particularmente es el caso de José de Jesús María- construye el modelo doriano de santidad de Juan de la Cruz, ante tantas tribulaciones, en actitud orante: relación única con las prioras rebeldes, que no se nombran, pero entre las que está Ana:</span></div>Pasionariahttp://www.blogger.com/profile/06566241906644683070noreply@blogger.com0