viernes, 15 de enero de 2010

Ana de Jesús...


Puesto a enmarcar la figura de Ana de Jesús se me ocurre señalar que fue en el Carmelo compañera de santa Teresa, musa de Juan de la Cruzy fundadora.

Cuando ingresó en el Carmelo, Teresa le dijo «que no la recibía tanto por súbdita cuanto por compañera y para que la ayudase en el negocio de las fundaciones». Ana de Jesús lo fue en Beas, adonde llegó en compañía de Teresa de Jesús, y en Granada, con el beneplácito de la Santa, que se hallaba en la fundación de Burgos. También en Madrid, ya muerta santa Teresa. Pero no cabe duda que su gloria mayor es haber plantado el Carmelo en Francia y Flandes.


Musa de Juan de la Cruz, es ella la que le persuade para que glose los versos sublimes del Cántico espiritual. Y Juan de la Cruz le dedicó su libro de versos más inspirado.

Una noche de Navidad llamaron las monjas a fray Juan de la Cruz, desfallecida su priora, que parecía morir. Ni los médicos sabían qué le pasaba. Fue el santo místico quien dio el diagnóstico certero. Dijo a las monjas: «La Madre está enferma de amor».


autor: Carlos Ros (Ana de Jesús)

viernes, 8 de enero de 2010

Notas de V. Ana de Jesús


Cuando ya tenía los siete años, era sorda y muda. Entonces comenzó a hablar. A esta misma edad recibió el sacramento de la confirmación. Quería cambiar su nombre por el de Francisca, pero su madre no lo consintió. A los nueve años quedó huérfana también de madre. Ella y su hermano fueron recogidos por la abuela materna. A los quince quiso marchar a Plasencia a casa de su abuela paterna y su hermano la ayudo.


En 1562 se hizo beata de la Compañía de Jesús. Dice Manrique que halló entre los papeles de fray Basilio Ponce de León un relato de cómo Ana salvo a Plasencia de la inminente destrucción. Alcanzó del Obispo que se aplazase una fiesta de cañas y toros. Aquella misma tarde se descubrió que estaban las casas minadas. Añade Manrique que, en caso de ser canonizada, sería una buena Patrona para Plasencia.


En busca de su vocación Ana acudía a la Virgen del Puerto. Tomó el hábito de Carmelita descalza en Ávila y profesó en San José de Salamanca a 22 de octubre de mil quinientos setenta y uno, traída allí por Santa Teresa.