sábado, 11 de septiembre de 2010


Joven hermosa, inteligente, con una inclinación religiosa bastante fuerte, pronto se verá acosada por su abuela que quiere casarla, por lo que decide irse a Plasencia con su hermano, a casa de su abuela paterna. No tardará en repetirse la misma situación, aunque ahora ya no tiene a donde ir, por lo que desde 1560 a 1570, que es cuando ingresa en el Carmelo, intenta vivir una vida de oración y penitencia, dedicándose a las mujeres enfermas, haciendo limosnas, labores para la Iglesia… en 1561 hizo voto de “entrar en religión”.

2 comentarios:

  1. Es muy bueno que conozcamos todos la vida de personas dedicadas a Dios, pues nos hacen pensar y tratar de imitarles. Es cierto que cada uno va por caminos diferentes, pero el final es el mismo: Dios Padre que nos ama infinitamente.
    Oremos por las vocaciones religiosas, para que muchas mujeres sientan ese amor que sintió Ana de Jesús y le adoren en sus conventos y sirvan de puente a todos los cristianos que estamos fuera.
    Que Dios le bendiga.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por tu comentario tan acertado y que nos invita a seguir orando por nuestros santos, especialmente por los carmelitas...Dios te bendiga Marisela

    ResponderEliminar